30.3.08

Música: Cat Power


Cat Power
Jukebox
Matador, 2008

Hacer un cover resulta siempre tarea difícil. Uno puede terminar jugando nomás al karaoke, en vez de ofrecer una versión nueva e intrigante a algo ya conocido. Y es que hay casos que más bien caen en el absurdo (ahi tienen a Moderatto, aunque ellos digan que lo hacen a drede), pero también hay casos hermosos, llenos de emoción y misticismo.

Aquí les presentamos el segundo tiro que se avienta la señorita Power (o Chan Marshall) con canciones ajenas (e incluso con una propia). Un álbum que contiene algunas de las canciones más bellas que podrán escuchar.

Comparable únicamente con el Twelve de Patti Smith (e incluso superior a él en algunos sentidos), en este álbum escuchamos a Cat Power digiriendo canciones harto conocidas y regurgitando versiones sencillas, directas (todo fue grabado en una sola toma), pero poderosas, oscuras, melancólicas y desafiantes.

Excelente manera de empezar nuestra etapa de 2008. Escuchen New York, Ramblin' (Wo)man, Blue, Don't Explain y I Believe in You para que se olviden de tanta cosa gacha que sucede dia tras día... Ya que andan en eso, escuchen todo el álbum completo.

Sitio Oficial: www.catpowerjukebox.com
MySpace: www.myspace.com/catpower

MP3: Ramblin' (Wo)Man (Hank Williams Cover)
MP3: Don't Explain (Billie Holliday Cover)
MP3: Metal Heart (Cat Power Cover) [imaginen la capacidad de la artista si se atreve a coverearse a sí misma]

Cat Power - Jukebox [tomado prestado de Rock On!, debido a que yo todavia me sigo peleando con los sitios de almacenamiento gratuitos... por cierto, si saben de alguno realmente bueno, coméntenlo!]

26.3.08

Cine: Offscreen


Offscreen
Dir. Christopher Boe

Nadie se esperaba algo como Offscreen viniendo de Christopher Boe, famoso por Allegro y Reconstruction, dos películas que, si bien abordan el tema de la psique humana y las relaciones interpersonales, no lo hacen de una manera tan audaz y divertida como lo hace esta cinta.

Offscreen es un mockumentary sobre el amor y el desamor. El actor Nicolas Bro es excepcional en el papel de... bueno, Nicolas Bro, mientras intenta descubrir (y demostrar) el significado del amor a través del cine, filmando su propia vida.

No hablaremos mucho de la trama para no echar a perder las sorpresas. Pero podemos mencionar dos cuestiones interesantes de la cinta. La primera es la sorprendente facilidad con la que el personaje principal se gana la simpatía del público y la segunda es que tiene un final (que a la vez es el principio) que los va a dejar boquiabiertos (más de un intelectual que decía "Je je je, estoy viendo una película de Christopher Boe y soy muy interesante" salió de la sala comentando que no le había gustado la película, lo cual es buena señal).

Recomendada.

20.3.08

Punchline 03-08


La gente anda desatada con el tema de los "emo". Todos los padres andan preocupados porque sus hijos pueden ser emo y odiar a toda la humanidad, incluyendose a ellos mismos.

Para esas personas preocupadas, presentamos esta breve editorial respecto al creciente problema de los "emo".

En Querétaro y en otras partes del país se han desarrollado brotes de violencia contra estos curiosos personajes. En el metro Insurgentes, acá en la Ciudad de México, la policía tuvo que intervenir para proteger a los inocentes del ataque de un montón de vándalos darketos que los querían golpear.

Esencialmente, el género "emo" (o emotional hardcore, como se le conocía originalmente) era un derivado del punk. Guitarras y baterías veloces acompañaban letras que, en vez de hablar de tomar chela, coger y fiestear, hablaban de romances, desamores, odios y sufrimientos.

El género originalmente incluía a bandas como Bad Religion o Wire, quienes escribían canciones inteligentes y emocionales que se encuadraban con sus rítmos agiles y agresivos.

Poco a poco, el género se alimentó de otras formas musicales, como el rock alternativo. Weezer, Jimmy Eat World, Fugazzi, entre otros, comenzaron a utilizar los riffs y los rítmos del rock para expresar ideas emotivas, sentimentales y, en ocasiones desgarradoras.

Ahora, ¿cómo saltamos de eso a lo que hoy se supone que es emo? Seguido vemos a Rivers Cuomo con cara triste, pero nunca con un fleco sobre la cara, así que, ¿qué pasó con el emo?

Al igual que tantos otros géneros, el emo se desvirtuó y se convirtió en una burla de sí mismo en el preciso momento en el que sus adeptos comenzaron a tomar las cosas demasiado en serio. Pasó con el punk, pasó con el grunge, pasó con el heavy metal, con el dark, con el pop, con el hip hop... bueno, pasó hasta con la beatlemanía...

La hermana de una amiga dice ser emo... no recuerdo exactamente lo que dice, pero era algo así como: "Noooo... los emo originalmente eran vegetarianos, se vestían de negro pero sin pintarse y usaban el cabello corto..." No hace falta decir que eso no tiene mucho sentido...

Hay chavos a los que les gusta golpearse contra las cosas o contra las personas (como unos que yo vi alguna vez que estaban jugando a caminar por una banqueta y tropezarse con los escalones), les gusta creer que no valen nada para nadie, les gusta dejarse el pelo sobre la cara... Hay chavos a los que les gusta Panda, Thermo, División Minúscula, etc... ¿Son emo? De acuerdo, sí...

Pero también hay chavos que les gusta vestirse de negro y escuchar a Therion, chavos que les gusta el slam y escuchar a los Sex Pistols, chavos de mata larga y chamarra de cuero que no salen de Iron Maiden y Metallica, chavos que usan playera sin fajar y pantalón holgado de mezclilla y escuchan a Devendra Banhart, chavos que traen su sudadera con gorro y escuchan a Jay-Z, etc.

Todos son géneros y modas, modos de escuchar y ver el mundo, ideas y gustos que representan a una tendencia musical... Lo malo es cuando la gente se vuelve fanática, cuando la moda se convierte en artículo de fé, cuando traicionar el "sonido" es traicionar al "movimiento".

Tanto miedo me dan los emo como los darks que se los querían madrear "porque les robaron el estilo"... Bueno, no me dan miedo, más bien se me hacen ridículos. No entiendo la necedad de "defender" a un género. Será porque yo nunca me he considerado adepto a uno en particular.

En fin, para terminar esta editorial, concluiremos que esta guerra de géneros es solo otra moda, otro tema medio interesante para gastar tiempo en los noticieros, otro de esos sucesos que dicen cambiarán nuestra vida y que al final terminan no significando nada.

La cosa está en no tomarse demasiado en serio lo que solo debería ser un gusto por la música... Además, como le decía a un amigo hace poco: "golpear a un emo en la calle es hacerles un favor, porque llegan a su casita, prenden su compu, se meten en su hi5 y escriben algo como -Oh, alguien me golpeó hoy en la calle, jamás me sentí tan vivo-"...