24.8.12

Cine: The Dark Knight Rises

 
Dir. Christopher Nolan
 
Yo creo que ya no le arruino el show a nadie, pero si alguien aún no ha visto la cinta y le interesa sorprenderse por la misma, aquí vienen los spoilers, deje de leer en este momento.
 
La última entrega de la trilogía de Christopher Nolan inspirada en Batman deja muchas preguntas sin responder... y no, no se tratan de preguntas respecto a la trama, sino que la principal pregunta es: ¿Qué demonios pasó?
 
The Dark Knight, la secuela anterior, se sintió como una película enorme, incluso más grande que la primera parte. Escena tras escena, Nolan nos mostraba una historia cautivante de lucha entre el bien y el mal a distintos niveles. Sin duda es una película que rompe por completo con la idea de que todas las segundas partes son malas.
 
Pero The Dark Knight Rises vino a convertirse en esa temida mala segunda parte. No funciona ni como secuela de Batman Begins, con la que guarda más relación, por cierto...
 
En vez de hacer uso de las miles de historias que podría haber explotado a través de las premisas que él mismo se puso en sus películas, Nolan decidió (o le impusieron, no estoy seguro) seguir la fórmula preestablecida de las cintas de superhéroes: en la tercer película hay que meter a 3 villanos.
 
Bane es un personaje interesante en los comics, pero nunca al nivel de un personaje como Joker. Catwoman es un personaje que ha pasado por una serie de transformaciones también interesantísimas, pero jamás podrían ser comprimidas en 3 horas de películas (por mejor trabajo que haya hecho Anne Hathaway). Y Talia Al Ghul funciona excelentemente como adversaria principal, si tan solo no la hubieran usado solamente en los últimos 20 minutos de cinta...
 
Y también está el final, un final feliz metido con calzador en medio de una trilogía oscura. Es ridículo que un total de casi 9 horas (más bien 6, tomando en cuenta solo las dos primeras cintas) de giros oscuros e historias nada complacientes, culmine en un final al estilo "vivieron felices para siempre"...
 
Las mismas premisas de Nolan se ponen en contra de la narración del final de su historia. El mismo Bruce Wayne que no acababa de entender lo que era un sonar o que en ningún momento se vio modificando sus propios artículos (para eso tenía a Morgan Freeman), de pronto es capaz de realizar modificaciones sobre equipo ultramoderno... y además, seguramente, en su tiempo libre entre persecuciones, peleas, pleitos económicos, recuperación de una fractura de espina y escape de una prisión en medio oriente.
 
Como bien lo comentaban en Cracked.com, te das cuenta de qué nivel tiene la historia cuando deciden hacer más interesante la película usando la única debilidad de Batman: la pobreza.