Fotografía: Revista Pitch |
Dave Knopka e Ian Williams son un equipo creativo impresionante y las paredes de sonido que crean (auxiliados por sampleos, teclados, guitarras y bajos) llenaron por completo el ambiente del Vive Cuervo Salon, cambiando por completo la actitud de un público que al principio se mostraba más bien apático ante la presentación del trio y ganándose la total atención de cada uno de los presentes. Aún así, es John Steiner y su poderosísima y omnipresente batería la que convierte el sonido de la banda en una bestia redonda, voluminosa y apabullante.
Cada pieza es una interpretación de su versión correspondiente de estudio, pero también es una improvisación por parte de los tres músicos que deja muy claro el nivel de talento que poseen. La mayor parte del setlist está conformado por piezas de su último álbum Gloss Drop, aunque (a diferencia de su pasada presentación en Guadalajara hace apenas 7 meses) también se dejan escuchar un par de temas de su primer álbum.
Las piezas clave de su repertorio son Futura (con su hipnótico y progresivo rítmo) y la magistral My Machines (donde piden prestada la voz del gran Gary Numan). Atlas, la pieza más famosa de su disco anterior, fue también excelentemente recibida por el público y, al menos en mi opinión, suena mejor interpretada como trío que como cuarteto.
Se ve que los tres músicos también disfrutaron bastante la velada y terminaron agradeciendo la atención que el público prestaba, alegando que en otros escenarios la gente prefiere beber cerveza o platicar mientras ellos se despellejan las manos creando piezas intrincadas que probablemente no cualquiera disfrute escuchando.