9.1.08

Punchline 01.08


Este fin de año no formulé deseos ni me impuse propósitos. A estas alturas del partido me parecería algo más bien hipócrita de mi parte. En vez de eso, decidí dejar que mis propósitos se fueran presentando ante mí, uno a uno.

Los deseos son algo más bien abstracto. No son como los propósitos, que se supone deberían ser establecidos de acuerdo a las capacidades y recursos con los que cada uno cuenta. Los deseos pueden ser descabellados, inverosímiles... al fin y al cabo son solo deseos...

No formulé deseos porque no me gusta la sensación de ver mis esperanzas despedazadas por una u otra razón... Eso sin mencionar el hecho de que no hay algo que realmente desee... hay cosas que quisiera lograr o completar, pero eso no depende de una fuerza superpoderosa, sino de mí mismo, eso es distinto.

Aún así, me arrepiento de no haber formulado un deseo que, de pronto, salta a la vista para mí. Se trata de algo descabellado, inverosímil... al fin y al cabo es solo un deseo...

Me gustaría que Barack Obama ganara las elecciones en Estados Unidos... Ustedes dirán: "yo no soy gringo, ¿qué chingaos me importa ése güey?" Cierto. Quizás no les importe en lo más mínimo, pero, nos guste o no, se trata del destino de la nación que, de una manera o de otra, ha afectado y afectará el futuro de todas las demás.

Lo anterior no es una aseveración sencilla... Se trata de un tema delicado y que seguro molesta a más de uno. No me malinterpreten, no estoy diciendo que los Estados Unidos deban dictar el destino del planeta, solo digo que, en este momento, eso es algo cercano a lo que ocurre. Social, política, económica y culturalmente hablando, los Estados Unidos es el país con mayor influencia en todo el planeta... sobre todo en nosotros, sus vecinos, los mexicanos.

Algunos me han dicho que no debería de sentir predilección por Obama solo por ser negro (o de color o como prefieran, esto no es un tema de raza: siga leyendo) y representar a una minoría... No, no se trata de eso. Si así fuera, también Hillary Clinton representa una minoría (aunque en términos reales representa el 50% de los votos) al ser la primera mujer en postularse como candidata por el partído Demócrata. No, no se trata de eso.

Se trata de un juego límpio, de una competencia real, con ideas y propuestas reales: tanto Clinton como Obama han manejado una campaña positiva a lo largo de estos ultimos meses, no se han atacado mutuamente ni han atacado a los precandidatos republicanos; su lucha se ha dado en términos de lo que le proponen al pueblo y lo que el pueblo requiere.

Algo especialmente resaltable (y lo que me hace preferirlo) en Obama es el hecho de que no ha utilizado su raza como un estandarte de campaña. A pesar de todo, no ha mencionado lo obvio: no lo necesita. Su propuesta es una propuesta esperanzadora y, a cambio, lo único que le pide a su pueblo es eso: esperanza.

Llámenme idiota, pero realmente se me iluminó algo cuando me enteré que venció a Hillary Clinton, incluso en un estado donde el 95% de la población es blanca (prueba de que este no es un asunto de colores, razas o géneros). Realmente me sentí esperanzado y se me ocurrió el deseo de arriba: ojalá que Obama fuera el siguiente presidente de Estados Unidos.

Ahora, son dos cosas las que hay que tomar en cuenta: la primera (y la más importante) son las propuestas en materia de migración (ellos al mencionar migración hablan de hispanos, pero principalmente se refieren a nosotros los mexicanos). Ninguno de los dos candidatos demócratas han hablado mucho de esos temas, pero dada la cercana crisis de la economía gringa, las cosas se podrían poner pesadas si nos agarran de chivos expiatorios...

La otra cuestión es el cómo va a afectar el proceso (no digamos el resultado) de las elecciones gringas en el mundo: en México, por ejemplo, se ha hecho costumbre el uso de las campañas negativas como parte del arsenal político. Estas campañas negativas son una importación absolutamente gringa. Estados Unidos es el país en el que este tipo de campañas causan mayor impacto. El modelo se ha aplicado a numerosos países, incluyendo, por supuesto, a México.

Durante las elecciones de 2006, nos vimos sumergidos en un mar de campañas negativas entre los dos principales partidos contendientes al poder (el PAN y el PRD). Quién tuvo la razón y quién no, solo el tiempo lo dirá; lo cierto es que el que sale perdiendo con ese tipo de campañas son los votantes, quienes no tienen bases sólidas e incuestionables sobre las cuales decidir: algo así, digamos, como una... propuesta de gobierno...

Hace poco se reformó la ley, de modo que el IFE se encargue de verificar que no se lleven a cabo dichas campañas negativas. Los tiempos en los medios de comunicación no podrán comprarse y utilizarse más que para campañas positivas y propositivas y, obvio, eso no les conviene a los empresarios.

Los empresarios, con la libertad de expresión como estandarte, han buscado amparos a la ley, de modo que puedan seguir utilizando los medios de comunicación "para informar a la gente". Lo que no dicen es que, desde antes ya estaba penada por la ley la utilización de tiempos públicos para campañas negativas, solo que los empresarios se pasaban la ley por los huevos... como antes no era algo constitucional...

El primer cambio radical que conllevaría un triunfo como el de Obama en Estados Unidos, sería el demostrar la efectividad de las ideas, en lugar de la efectividad de los ataques mutuos y las descalificaciones. Si las propuestas de Obama logran darle la presidencia, más allá de ser un hecho histórico por lo que él es, se convertiría en un hecho histórico por lo que él representa...

De cualquier modo, la historia podría repetirse... ya ha sucedido, no es como para espantarse... ahi me tendrán que despertar cuando el sueño haya terminado...


- Perdonarán que hable de política, no crean que de eso se va a tratar esto de ahora en adelante... es solo una opinión, una lluvia de ideas... ya vendrán más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"cuidado con lo que deseaas porque puede llegar a cumplirse"

yo también espero que gane Obama (soy español) creo que es una persona que no haría una guerra por intereses económicos y que firmaría el tratado de Kyoto...

espero no arrepentirme de mi deseo...