Manderlay
Dir: Lars Von Trier
Manderlay es la continuación de Dogville, una película poco comercial protagonizada por Nicole Kidman. Ambas películas pertenecen a una trilogía que habla acerca de la cultura norteamericana, escrita y dirigida por el señor Lars Von Trier (director también de Dancer in the Dark).
En Manderlay, los roles principales quedan en manos de Bryce Dallas Howard (reemplazando a Nicole Kidman en el papel de Grace), Willem Dafoe, Isaach de Bankolé y Danny Glover. La ambientación nos sitúa de nuevo en los años 30. De nuevo, la escenografía se basa en meros dibujos en el piso. El ambiente teatral de la película es menos marcado que en la anterior, pero no menos efectivo.
Dogville manejaba la idea de que nadie era completamente bueno, que uno siempre hace el bien esperando recibir algo a cambio y que, no importando el costo, cuando uno siente que tiene derecho a algo, hace lo que sea por conseguirlo.
Manderlay maneja una temática inversa. Aquí la idea principal (al menos la que queda al final de la película) es que no hay nadie completamente malo. También se maneja el miedo a la libertad que sentimos todos alguna vez, el miedo al cambio, a lo nuevo y diferente. El racismo parece motivar a la cinta, pero conforme avanza, nos damos cuenta de que no es así. Al final, ésta película no hace distinciones entre las razas y es por ello que mucha gente se ha sentido ofendida con ella (todos esperan que al final los negros sean los ganones o que los blancos recuperen el control).
A diferencia de Dogville, que le daba vueltas al asunto sin llegar al punto principal, Manderlay hace que la trama vaya creciendo, multiplicando opciones y referencias. Al final todo encaja en un mismo sitio, al final todo llega al punto culminante en el que (como toda buena cinta) comenzó.
Manderlay también nos ofrece a una Grace mucho más decidida y enérgica, en lugar de la Grace victimizada de Dogville. El cambio en el casting ha sido muy criticado, pero creo yo que ayuda a reforzar el concepto teatral de las cintas. Además, Bryce Dallas Howard está a la altura de cualquier actriz y queda perfecta en éste papel lleno de contradicciones y paradojas.
Dir: Lars Von Trier
Manderlay es la continuación de Dogville, una película poco comercial protagonizada por Nicole Kidman. Ambas películas pertenecen a una trilogía que habla acerca de la cultura norteamericana, escrita y dirigida por el señor Lars Von Trier (director también de Dancer in the Dark).
En Manderlay, los roles principales quedan en manos de Bryce Dallas Howard (reemplazando a Nicole Kidman en el papel de Grace), Willem Dafoe, Isaach de Bankolé y Danny Glover. La ambientación nos sitúa de nuevo en los años 30. De nuevo, la escenografía se basa en meros dibujos en el piso. El ambiente teatral de la película es menos marcado que en la anterior, pero no menos efectivo.
Dogville manejaba la idea de que nadie era completamente bueno, que uno siempre hace el bien esperando recibir algo a cambio y que, no importando el costo, cuando uno siente que tiene derecho a algo, hace lo que sea por conseguirlo.
Manderlay maneja una temática inversa. Aquí la idea principal (al menos la que queda al final de la película) es que no hay nadie completamente malo. También se maneja el miedo a la libertad que sentimos todos alguna vez, el miedo al cambio, a lo nuevo y diferente. El racismo parece motivar a la cinta, pero conforme avanza, nos damos cuenta de que no es así. Al final, ésta película no hace distinciones entre las razas y es por ello que mucha gente se ha sentido ofendida con ella (todos esperan que al final los negros sean los ganones o que los blancos recuperen el control).
A diferencia de Dogville, que le daba vueltas al asunto sin llegar al punto principal, Manderlay hace que la trama vaya creciendo, multiplicando opciones y referencias. Al final todo encaja en un mismo sitio, al final todo llega al punto culminante en el que (como toda buena cinta) comenzó.
Manderlay también nos ofrece a una Grace mucho más decidida y enérgica, en lugar de la Grace victimizada de Dogville. El cambio en el casting ha sido muy criticado, pero creo yo que ayuda a reforzar el concepto teatral de las cintas. Además, Bryce Dallas Howard está a la altura de cualquier actriz y queda perfecta en éste papel lleno de contradicciones y paradojas.
1 comentario:
A mí me encantó "Dogville". De hecho, diría que es mi película favorita. Pero su secuela me decepcionó. Hubo un motivo ajeno a la película en sí: que la vi una sola vez en un DVD defectuoso. Pero también me molestó el cambio de casting. Bryce Howard y Willem Dafoe son buenos actores, pero no puedo identificarlos con los personajes de Nicole Kidman y James Caan. Simplemente no puedo.
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