Bloc Party
A Weekend in the City
Wichita, 2007
La palabra clave en el éxito de un segundo disco es RUPTURA. Si la banda es capaz de romper con todo lo que se supone que su público espera de ellos, entonces pasaron la prueba. Los de Bloc Party la tenían bastante difícil, con un álbum debut sumamente exitoso y elogiado por la crítica (aunque debo reconocer que a mí no me gusta mucho), las espectativas respecto a su segundo álbum eran altísimas. Lo que la banda hizo ha sorprendido a muchos, maravillado a otros tantos y los ha convertido en una de ésas bandas que tienen un sonido propio y logran separarse de ése rebaño al que originalmente pertenecían.
Entonces, para entender por dónde anda Bloc Party en A Weekend In The City, debemos primero entender en dónde andaban antes del mismo. La banda pertenecía a ésa camada llamada neo-punk. Combinaban elementos del punk de los 70's con elementos del new wave de los 80's. Bloc Party se podía contar junto con bandas como Franz Ferdinand, The Rapture, etc. El sonido de Bloc Party era más o menos ése, el de una desenfrenada y ruidosa fiesta ochentera.
Hoy, en vez de entregarnos un álbum complaciente repleto de segundas partes a las canciones de su Silent Alarm, Bloc Party nos regala 11 canciones excepcionalmente complejas, como ninguna banda de su generación sería capaz de entregar. Hoy están más emparentados con bandas como TV on the Radio que con todas ésas con las que alguna vez compitió codo a codo.
Así, tenemos la belleza susurrante de Song for Clay (disappear here), la crudeza de Hunting for Witches, la delicada estructura melódica de Waiting for the 7.18, el rítmo de The Prayer (un mal primer sencillo, si me preguntan a mi), etc, etc.
Melodías que mutan en riffs frenéticos, atmósferas en las que las canciones se deslizan suavemente, una por una. Guitarras, batería, bajo. La excepcional voz de Kele Okereke. Excelentes letras que hablan acerca, precisamente, de la ciudad, de sus personajes principales, no de los dj's y de los "chavos antreros" ni de las modelos de "H para Hombres", sino de nosotros, tu y yo y todos los demás. Seres humanos insignificantes repletos de problemas insignificantes que, sin embargo, a veces parecieran acabar con el mundo como lo conocemos.
Felicidades a Bloc Party por entregar el primer gran disco del año.
Sitio Oficial: www.blocparty.com
A Weekend in the City
Wichita, 2007
La palabra clave en el éxito de un segundo disco es RUPTURA. Si la banda es capaz de romper con todo lo que se supone que su público espera de ellos, entonces pasaron la prueba. Los de Bloc Party la tenían bastante difícil, con un álbum debut sumamente exitoso y elogiado por la crítica (aunque debo reconocer que a mí no me gusta mucho), las espectativas respecto a su segundo álbum eran altísimas. Lo que la banda hizo ha sorprendido a muchos, maravillado a otros tantos y los ha convertido en una de ésas bandas que tienen un sonido propio y logran separarse de ése rebaño al que originalmente pertenecían.
Entonces, para entender por dónde anda Bloc Party en A Weekend In The City, debemos primero entender en dónde andaban antes del mismo. La banda pertenecía a ésa camada llamada neo-punk. Combinaban elementos del punk de los 70's con elementos del new wave de los 80's. Bloc Party se podía contar junto con bandas como Franz Ferdinand, The Rapture, etc. El sonido de Bloc Party era más o menos ése, el de una desenfrenada y ruidosa fiesta ochentera.
Hoy, en vez de entregarnos un álbum complaciente repleto de segundas partes a las canciones de su Silent Alarm, Bloc Party nos regala 11 canciones excepcionalmente complejas, como ninguna banda de su generación sería capaz de entregar. Hoy están más emparentados con bandas como TV on the Radio que con todas ésas con las que alguna vez compitió codo a codo.
Así, tenemos la belleza susurrante de Song for Clay (disappear here), la crudeza de Hunting for Witches, la delicada estructura melódica de Waiting for the 7.18, el rítmo de The Prayer (un mal primer sencillo, si me preguntan a mi), etc, etc.
Melodías que mutan en riffs frenéticos, atmósferas en las que las canciones se deslizan suavemente, una por una. Guitarras, batería, bajo. La excepcional voz de Kele Okereke. Excelentes letras que hablan acerca, precisamente, de la ciudad, de sus personajes principales, no de los dj's y de los "chavos antreros" ni de las modelos de "H para Hombres", sino de nosotros, tu y yo y todos los demás. Seres humanos insignificantes repletos de problemas insignificantes que, sin embargo, a veces parecieran acabar con el mundo como lo conocemos.
Felicidades a Bloc Party por entregar el primer gran disco del año.
Sitio Oficial: www.blocparty.com
[Bonus]
MP3: Version 2.0
MP3: We Were Lovers
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