24.4.06

Música: Belle and Sebastian


Belle and Sebastian
The Life Pursuit
Matador, 2006

Los adolescentes sufren, se azotan contra las paredes, se creen el centro doloroso y putrefacto del universo. Lo sé y ustedes lo saben también porque todos hemos sido adolescentes en algún momento (quizás usted aún lo sea o llegue a serlo en poco tiempo).

Los adolescentes también llegan a hacer música. Su música, al igual que ellos, sufre, se azota, se escucha como el doloroso y putrefacto centro del espectro auditivo.

Sin embargo, uno no permanece así por siempre. "No hay dolor que dure cien años". Eventualmente uno deja de sufrir, de azotarse y nos damos cuenta de que el universo es demasiado grande como para tener un doloroso y putrefacto centro (al menos debe tener unos diez). Uno crece y, con el tiempo, la inspiración cambia de rumbo... el desamor ya no resulta tan devastador y uno comienza a soltar el estricto control que se tenía sobre las emociones.

No obstante, los adultos nos encontramos con otros factores emocionales dentro de nuestra vida. El crecer rodeado de un mundo falso y plástico es uno de los más terribles. La falta de sinceridad en las relaciones humanas, el miedo a la muerte (tanto propia como de los seres queridos), la frustración, entre muchas otras, se suman a la lista de cargas emocionales que debemos digerir si no queremos arrastrarlas para siempre.

La música de Belle and Sebastian habla acerca de éstas cargas, de éstas heridas que no siempre son fáciles de sanar. Sus discos anteriores se centraban en gran medida en éstos aspectos, llevándonos desde melodías tranquilas (en algunos casos comatosas) hasta grandes canciones llenas de rítmo y elegancia.

Sin embargo, The Life Pursuit es su álbum mejor logrado hasta la fecha. Stuart Murdoch, el genio detrás de la banda, ha dejado de lado las canciones en las que usaba sólo una guitarra acústica que sonaba muy quedito (aquellas a las que me refiero como comatosas) y las ha reemplazado por grandes composiciones llenas de elementos diversos.

El álbum empieza con la suave Act Of The Apostle, para luego presentarnos Another Sunny Day, en la que contemplamos lo que mejor hace ésta banda. Otras canciones recomendables son la grandiosa The Blues Are Still Blues, White Collar Boy, Song For Sunshine (que suena como a Stevie Wonder en sus buenos años) y Funny Little Frog.

Si bien éste no es un álbum oscuro y melancólico como el If You're Feeling Sinister de 1996, la banda sigue manteniendo ése aspecto emocional en cada canción que los ha hecho merecedores de seguidores en todo el mundo. Las letras pueden parecer sencillas en algunos momentos, pero basta poner un poco de atención para encontrar cosas interesantes (a veces se encuentran leyendo entre líneas)...

En el aspecto musical, The Life Pursuit sigue la línea que la banda ha marcado en sus 10 años de carrera, pero han agregado nuevos trucos a su repertorio, lo cuál también demuestran en vivo, que es en donde más se disfrutan éstas nuevas artimañas que Murdoch ha aprendido con los años.

Eso sí, antes de escuchar éste álbum deben estar dispuestos a deshacerse de su nube negra por unos 50 minutos... La experiencia puede ser tan agradable que quizás quieran deshacerse de ella por siempre...

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