Los experimentos que gente como Saul Williams o bandas como Radiohead están haciendo hoy en día nos hacen apreciar lo que realmente vale (o cuesta, como lo quieran ver) una obra musical, un álbum.
Estos experimentos consisten en permitir que el escucha, el público consumidor, sea quien elija cuanto quiere pagar por la obra. Obviamente, primero tiene la opción de escucharla y tenerla completamente gratis, pero, una vez evaluada, el escucha debe decidir si comprar la obra o no y por cuánto dinero.
Esto obliga al escucha (al menos a los escuchas responsables) a tomar en mucha mayor consideración lo que sus oídos están recibiendo, a valorar cada nota, cada sonido, cada beat, cada sampleo, cada acorde, etc. Por consiguiente, el valor de la obra es, ya de por sí, mayor.
Hace 40 años ésto no era necesario. Hace 40 años uno compraba un álbum en acetato para escucharlo, para dejar que lo transportara a uno a un lugar o un estado distinto. Para viajar, sí.
Hace 40 años un álbum significaba mucho más de lo que significa el día de hoy (al menos de manera general). Significaba arte, rítmo, mensaje, trabajo y dedicación.
Hace 40 años se grabó un álbum que dió origen a una de las más grandes leyendas de la historia del rock.
The Piper at the Gates of Dawn es el álbum debut de la banda británica de rock psicodélico/progresivo conocida como Pink Floyd. Se trata de un álbum hermoso, intrincado, delicado, estridente... Se trata, también, del producto de una de las mentes más creativas de los 60's: Syd Barrett. Se trata de su primera y su última obra (al menos en términos generales).
The Piper at the Gates of Dawn es una obra de rock psicodélico que toma su nombre del libro The Wind in the Willows de Kenneth Grahame, el libro favorito de Barrett. La imágen de portada fue tomada por Vic Singh mediante el uso de un lente en forma de prisma que le había obsequiado George Harrison y con el que logró obtener un resultado sorprendentemente psicodélico para uno de los álbumes más representativos del movimiento.
Musicalmente, el álbum habla por sí solo. El grupo ya había grabado algunos sencillos exitosos, como See Emily Play y su sonido espacial. Sin embargo, fue con el álbum completo con el que la banda comenzaría a obtener su estatus de leyenda.
Algunas de las piezas del álbum reflejan perfectamente la creatividad y espíritu de Barrett: Interstellar Overdrive dura casi 10 minutos y es considerada una de las primeras piezas psicodélicas de la historia y también una de las primeras improvisaciones instrumentales grabadas por algún grupo. Bike es una de las mejores muestras del estado mental de Barrett al momento de grabar el álbum. La canción comienza con una melodía muy simple y pegajosa que habla sobre cosas aparentemente sin sentido. De repente, comienzan a sonar campanas de despertador, relojes de cuerda, maquinaria y muchas otras cosas que les divertirá un buen rato el tratar de adivinar. Astronomy Domine es, probablemente, la pieza principal del álbum (la banda aún continuaba tocándola en 1994, casi al final de su existencia); sus rítmos casi tribales y sus teclados espaciales la convierten en una de las claves más importantes para entender al rock psicodélico.
No mencionamos aquí todas las piezas, pues sería un tanto de mal gusto. No pretendemos realizar una evaluación exhaustiva del álbum, sino solamente soltar una sutil invitación para que más gente le de una oportunidad a un álbum que no ha demeritado absolutamente nada en su sonido a pesar del paso de 40 años.
MP3: Astronomy Domine
[Bonus]
MP3: See Emily Play
MP3: Interstellar Overdrive (take 6)
Estos experimentos consisten en permitir que el escucha, el público consumidor, sea quien elija cuanto quiere pagar por la obra. Obviamente, primero tiene la opción de escucharla y tenerla completamente gratis, pero, una vez evaluada, el escucha debe decidir si comprar la obra o no y por cuánto dinero.
Esto obliga al escucha (al menos a los escuchas responsables) a tomar en mucha mayor consideración lo que sus oídos están recibiendo, a valorar cada nota, cada sonido, cada beat, cada sampleo, cada acorde, etc. Por consiguiente, el valor de la obra es, ya de por sí, mayor.
Hace 40 años ésto no era necesario. Hace 40 años uno compraba un álbum en acetato para escucharlo, para dejar que lo transportara a uno a un lugar o un estado distinto. Para viajar, sí.
Hace 40 años un álbum significaba mucho más de lo que significa el día de hoy (al menos de manera general). Significaba arte, rítmo, mensaje, trabajo y dedicación.
Hace 40 años se grabó un álbum que dió origen a una de las más grandes leyendas de la historia del rock.
The Piper at the Gates of Dawn es el álbum debut de la banda británica de rock psicodélico/progresivo conocida como Pink Floyd. Se trata de un álbum hermoso, intrincado, delicado, estridente... Se trata, también, del producto de una de las mentes más creativas de los 60's: Syd Barrett. Se trata de su primera y su última obra (al menos en términos generales).
The Piper at the Gates of Dawn es una obra de rock psicodélico que toma su nombre del libro The Wind in the Willows de Kenneth Grahame, el libro favorito de Barrett. La imágen de portada fue tomada por Vic Singh mediante el uso de un lente en forma de prisma que le había obsequiado George Harrison y con el que logró obtener un resultado sorprendentemente psicodélico para uno de los álbumes más representativos del movimiento.
Musicalmente, el álbum habla por sí solo. El grupo ya había grabado algunos sencillos exitosos, como See Emily Play y su sonido espacial. Sin embargo, fue con el álbum completo con el que la banda comenzaría a obtener su estatus de leyenda.
Algunas de las piezas del álbum reflejan perfectamente la creatividad y espíritu de Barrett: Interstellar Overdrive dura casi 10 minutos y es considerada una de las primeras piezas psicodélicas de la historia y también una de las primeras improvisaciones instrumentales grabadas por algún grupo. Bike es una de las mejores muestras del estado mental de Barrett al momento de grabar el álbum. La canción comienza con una melodía muy simple y pegajosa que habla sobre cosas aparentemente sin sentido. De repente, comienzan a sonar campanas de despertador, relojes de cuerda, maquinaria y muchas otras cosas que les divertirá un buen rato el tratar de adivinar. Astronomy Domine es, probablemente, la pieza principal del álbum (la banda aún continuaba tocándola en 1994, casi al final de su existencia); sus rítmos casi tribales y sus teclados espaciales la convierten en una de las claves más importantes para entender al rock psicodélico.
No mencionamos aquí todas las piezas, pues sería un tanto de mal gusto. No pretendemos realizar una evaluación exhaustiva del álbum, sino solamente soltar una sutil invitación para que más gente le de una oportunidad a un álbum que no ha demeritado absolutamente nada en su sonido a pesar del paso de 40 años.
MP3: Astronomy Domine
[Bonus]
MP3: See Emily Play
MP3: Interstellar Overdrive (take 6)
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