Marilyn Manson era un fenómeno aislado, una banda de rock subterránea que, si bien tenía una base de fans bastante grande en su natal Florida, jamás hubiera tenido la exposición mediática que ha recibido en los últimos 10 años sin la ayuda de la iglesia católica y de los medios conservadores.
¿Qué sabíamos de Marilyn Manson hace 10 años? Absolutamente nada. Yo ni siquiera sabía que existía. Los que tuvieron la oportunidad de verlos en el 97 en México, no sabían prácticamente nada de la banda, mucho menos de la mente detrás de ella.
Gracias a la publicación de su autobiografía, supimos cosas muy interesantes sobre él, sobre su adolescencia (la época más importante en la vida de todo ser humano), sobre su manera de ver la vida, etc. Pero quizás lo mejor de dicha lectura sea que nos presenta a Manson como un artista, como un ser inteligente y carismático que tiene un mensaje, quizás uno de los mensajes más importantes que se han dado en los últimos años, al menos en el ámbito del rock.
Sin embargo, sus más grandes detractores fueron los que le dieron el impulso que necesitaba. La controversia que generó el lanzamiento del álbum Antichrist Superstar hace 10 años, fue el catalizador de una euforia que continuó hasta el año 2000. El mensaje que Manson deseaba distribuir se hizo llegar hasta los oidos estadounidenses (su público primario) y luego al resto del mundo.
El mensaje era simple: era decir una verdad oculta, era enseñarnos a todos un espejo, para que todos viéramos nuestros defectos. Marilyn Manson, el personaje, la obra de arte viva en la que se ha convertido, es un reflejo de nuestra sociedad mundial. Aquellos que condenan lo que ven en ése reflejo sólo están condenando lo que ellos mismos representan.
Marilyn Manson nos recuerda lo malo que hay dentro de nosotros. La disidencia, la decadencia, la hipocresía, lo grotesco... Aquellos que le temen o lo odian es porque no les gusta aquello que les recuerda, no es el mensaje lo que los ofende, sino el eco que éste hace sobre su conciencia.
Al igual que otras estrellas de rock, Marilyn Manson quiere salir bien en las fotos, crear canciones que se conviertan en éxitos y llegar a cuantos oidos sea posible. Sin embargo, a diferencia de otros, Manson no lo hace solo por la fama que ésto conlleva, sino para esparcir su imágen, para que todos vean ése reflejo que él representa. A lo largo de los años se ha transformado a sí mismo para lograr ése objetivo. Ha sido una momia sadomasoquista que canta sobre el fascismo de la sociedad actual, ha sido un alien andrógino que representa la decadencia de Hollywood (la Babilonia moderna) y el glamour, ha sido un crítico atinadísimo de la hipocresía de la iglesia católica y del órden mundial, ha sido un artista que vuelve a ser niño a través del impresionismo...
Todo con tal de transmitir su mensaje. ¿Qué cambios ha causado éste mensaje? Es difícl decirlo. Así sucede con todas las obras de arte. Sus efectos sobre el mundo no son fáciles de percibir, a veces se perciben incluso mucho tiempo después de que fueron creadas.
Brian Warner se convirtió a sí mismo en una obra de arte. Un personaje tenebroso y teatral que muchos juzgan de falso y superficial, sin notar que ése es el reflejo que ellos ven en él. Es difícil juzgar una obra de arte, lo primero que hay que hacer es disfrutarla y admirarla (si es que uno tiene la intención de hacerlo). ya después tendremos tiempo para tratar de entenderla...
MP3: Astonishing Panorama of the Endtimes
¿Qué sabíamos de Marilyn Manson hace 10 años? Absolutamente nada. Yo ni siquiera sabía que existía. Los que tuvieron la oportunidad de verlos en el 97 en México, no sabían prácticamente nada de la banda, mucho menos de la mente detrás de ella.
Gracias a la publicación de su autobiografía, supimos cosas muy interesantes sobre él, sobre su adolescencia (la época más importante en la vida de todo ser humano), sobre su manera de ver la vida, etc. Pero quizás lo mejor de dicha lectura sea que nos presenta a Manson como un artista, como un ser inteligente y carismático que tiene un mensaje, quizás uno de los mensajes más importantes que se han dado en los últimos años, al menos en el ámbito del rock.
Sin embargo, sus más grandes detractores fueron los que le dieron el impulso que necesitaba. La controversia que generó el lanzamiento del álbum Antichrist Superstar hace 10 años, fue el catalizador de una euforia que continuó hasta el año 2000. El mensaje que Manson deseaba distribuir se hizo llegar hasta los oidos estadounidenses (su público primario) y luego al resto del mundo.
El mensaje era simple: era decir una verdad oculta, era enseñarnos a todos un espejo, para que todos viéramos nuestros defectos. Marilyn Manson, el personaje, la obra de arte viva en la que se ha convertido, es un reflejo de nuestra sociedad mundial. Aquellos que condenan lo que ven en ése reflejo sólo están condenando lo que ellos mismos representan.
Marilyn Manson nos recuerda lo malo que hay dentro de nosotros. La disidencia, la decadencia, la hipocresía, lo grotesco... Aquellos que le temen o lo odian es porque no les gusta aquello que les recuerda, no es el mensaje lo que los ofende, sino el eco que éste hace sobre su conciencia.
Al igual que otras estrellas de rock, Marilyn Manson quiere salir bien en las fotos, crear canciones que se conviertan en éxitos y llegar a cuantos oidos sea posible. Sin embargo, a diferencia de otros, Manson no lo hace solo por la fama que ésto conlleva, sino para esparcir su imágen, para que todos vean ése reflejo que él representa. A lo largo de los años se ha transformado a sí mismo para lograr ése objetivo. Ha sido una momia sadomasoquista que canta sobre el fascismo de la sociedad actual, ha sido un alien andrógino que representa la decadencia de Hollywood (la Babilonia moderna) y el glamour, ha sido un crítico atinadísimo de la hipocresía de la iglesia católica y del órden mundial, ha sido un artista que vuelve a ser niño a través del impresionismo...
Todo con tal de transmitir su mensaje. ¿Qué cambios ha causado éste mensaje? Es difícl decirlo. Así sucede con todas las obras de arte. Sus efectos sobre el mundo no son fáciles de percibir, a veces se perciben incluso mucho tiempo después de que fueron creadas.
Brian Warner se convirtió a sí mismo en una obra de arte. Un personaje tenebroso y teatral que muchos juzgan de falso y superficial, sin notar que ése es el reflejo que ellos ven en él. Es difícil juzgar una obra de arte, lo primero que hay que hacer es disfrutarla y admirarla (si es que uno tiene la intención de hacerlo). ya después tendremos tiempo para tratar de entenderla...
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