4.7.06

Música: Destroyer


Destroyer
Destroyer's Rubies
Merge, 2006

Seguramente han escuchado alguna vez la expresión "crear un ambiente". Se utiliza mucho en el cine, por ejemplo, en el que, mediante el uso de diversos elementos que van desde velas hasta niebla artificial pasando por luces estroboscópicas y otros trucos, se crean atmósferas distintas que inspiran en el público una determinada emoción.

En la música también existe la posibilidad de crear atmósferas. Mediante el uso de determinados instrumentos musicales, se puede inspirar en el escucha una emoción específica. Por ejemplo, con violines se puede crear un ambiente melancólico, con sintetizadores se puede crear un ambiente oscuro y atemorizante, etc.

El blues es un género musical que utiliza diversos elementos y melodías para crear un ambiente melancólico, romántico, íntimo. Nos hace adentrarnos en la narración que el cantante nos está haciendo y, con ello, adentrarnos en nosotros mismos, buscar ése sentimiento que nos mantiene despierto por las noches.

Sin embargo, también uno puede crear un ambiente adecuado para escuchar la música. Usando los elementos adecuados, se puede ayudar a que el mensaje que la banda o artista nos está enviando llegue íntegro a su destino (es decir, a nuestro cerebro). No es lo mismo escuchar una canción mientras lavan trastes que mientras están comiendo, por ejemplo.

Escuchen éste gran álbum a la luz de una vela. ¿Por qué? Pues porque no hay mejor ambiente para escuchar ésta colección de 10 canciones que bajo las sombras danzantes que se forman mediante la luz de una vela y el viento que sopla desde una ventana.

Destroyer's Rubies es un disco de rock, sin duda, pero es un rock bastante melódico y que tiene grandes momentos románticos y atmosféricos. La música le debe mucho al blues estadounidense y la voz del vocalista recuerda mucho a David Bowie, pero en un tono un poco más delicado, lo cuál nos hace percibir a éste como un excelente tributo al rock clásico.

La mejor pieza del repertorio es Rubies. Una composición magistral de nueve minutos y medio que viaja a través de paisajes sonoros muy bellos y que no aburre en ningún momento. Las guitarras se van superponiendo y luego, van desapareciendo, hasta que solo una guitarra acústica se escucha en el ambiente.

Otros buenos momentos son la bluesera Your Blood, la gran European Oils, Sick Priest Learns To Last Forever y la bellísima Watercolours Into The Ocean. En general, todo el álbum sigue una especie de ruta a través del blues y el country, con toques de rock clásico. Ésto no es como para ponerlo durante una fiesta, sino más bien como para después, mientras estás limpiando las cervezas que cayeron al piso o mientras estás tratando de dormir en un sillón incómodo de una casa que nunca antes habías visitado.

Hay que encontrar ése momento especial para disfrutar de éste gran álbum. Como cuando prendes una vela porque se fue la luz en tu casa y miras a las sombras bailar al rítmo de la música mientras el sonido de la lluvia se acompasa con los latidos de tu corazón.

No hay comentarios.: