7.8.06

Libro: El Paraíso Perdido

John Milton
El Paraíso Perdido
Editorial Tomo

Por alguna razón, siempre me he sentido más identificado con los villanos que con los héroes. En las películas, siempre encuentro más relación entre la vida de los villanos que aparecen en la pantalla y mi propia vida que lo que podría encontrar en las vidas color de rosa de los supuestos héroes. Además, siendo yo una persona poco agraciada físicamente, sencillamente no puedo identificarme con los héroes bonitos de la tele como el tipo de Smallville (claro que de ahí no me identifico con nadie).

Mi parte favorita de haber sido lector de cómics es la enorme cantidad de mentes retorcidas en las que pude entrar al abrir sus páginas. Los villanos siempre han llamado mi atención: sobrepasan en número a los héroes (como en el caso de Batman o Spider-man, cuyas "galerías de villanos" son las más extensas del mundo del cómic), tienen pocos fans (¿cuándo han visto una playera de Red Skull o de Lex Luthor?, no... puras playeras de Captain America y de SUperman), tienen las mejores frases, los mejores poderes (la mayoría, hay algunos que dan pena ajena) y, además, tienen unos pedos existenciales con los que siempre me he podido identificar fácilmente.

Entonces, ¿cómo no esperan que me identifique con el más grande villano de todos los tiempos?
Éste villano, anterior a toda la familia Kennedy y a toda la familia Bush (ambas grandes familias de supervillanos); anterior a Darkseid, anterior a Galactus; anterior a Hussein, a Castro, a Bin-Laden y a los demás asociados del gobierno gringo (éso incluye a Calderón); anterior al tipo de la máscara en Scream y a Bill y Elle Driver en la de Kill Bill... Éste villano, anterior a todos ellos, fue (supuestamente) el primer enemigo de la humanidad. El gran enemigo, como muchos le llaman. Otros, lo llaman Satanás, el diablo, el chamuco, etc.

El paraíso perdido de John Milton nos cuenta la historia de éste enemigo y de su venganza sobre aquél que lo hizo perder todo. La primera mitad del libro nos cuenta sobre su caída, su recuperación y la forma en la que arriesgó su propia existencia (inmortal, pero no libre de dolor y desesperación) con tal de cumplir sus planes de venganza. Es imposible no respetar éso.

Se nos narra también la relación que existía entre el recientemente creado ser humano y Dios, el lugar en el que éste habitaba y la felicidad que él y su compañera disfrutaban.

¿Cómo me puedo identificar con un par de personas que vivían en completa felicidad y que, a pesar de las numerosas advertencias que recibieron, rompieron el pacto que les permitía disfrutar de ésa felicidad, condenándome a mí y a usted, querido lector, en el proceso? ¿Es eso lo que nos enseñan en todos lados, ésto es sólo otra forma de contar la misma historia.

Ya liberaré mi frustración para con la iglesia católica en otra ocasión. Mi único anhelo en éste momento es que le den una oportunidad a éste gran libro y que no lo tomen como un simple libro religioso. Al contrario, los gritos de venganza de los demonios son como de canción de Death Metal y la narración de la batalla en el cielo es como ver la batalla final del Señor de los Anillos sin tener que aventarte horas pegado a tu sillón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola... rencoroso? Tal vez soy del tipo de persona que no te gustan; lo poco que leo es sobre desarrollo humano y ese tipo de cosas, pero buscando en internet encontré tu comentario.
NI siquiera sé si es este el libro que busco, pero alguna ocasión me topé con uno que hablaba de las penas que pasaban los demonios después de su expulsión de los cielos, sus andanzas en la tierra etc.
Si es o no, ya por tu comentario despertó mi interés en el libro que mencionas, no te digo que saldré inmediatamente a buscarlo pero lo tendré en cuenta la próxima vez que esté eligiendo un libro.
Suerte con tu página, con tu vida, y con tu editor...

Nancy