Johnny Cash
American V: A Hundred Highways
American Recordings, 2006
Éste es un álbum triste. No en su concepto o en su contenido, sino en su contexto.
Johnny Cash fue uno de los músicos más importantes de Estados Unidos. Su aportación para el country y para el rock es invaluable y su influencia se deja escuchar en grupos y artistas de todo tipo, desde U2 y Coldplay hasta John Frusciante y Fiona Apple.
En 2003 lanzó el que todos pensamos sería su último álbum de estudio: American IV: the man comes around. Un álbum lleno de un mensaje desolador y melancólico que sirvió como preludio perfecto para su muerte al año siguiente.
El año pasado se estrenó una película basada en parte de su vida llamada Walk The Line y se editó una recopilación de sus mejores canciones. Éso ayudó a que su leyenda se mantuviera viva aún después de que él había pasado a mejor vida.
A principios de éste año, se anunció el lanzamiento de un nuevo álbum. American V: a hundred highways, producido por el maestro Rick Rubin, es un álbum póstumo hermoso y sincero como ningún otro. Conmovedor hasta el borde de las lágrimas.
Rick Rubin dijo que el señor Cash le pidió grabar éste disco tras la muerte de June Cash (su esposa). Según el productor, ésto era lo único que ayudaba a Johnny Cash a soportar la pérdida. El mensaje del álbum nos deja ver a un hombre satisfecho con la vida que tuvo, un hombre que encuentra en la música la paz necesaria para aceptar el destino que le espera. Un hombre que perdió al más grande amor de su vida, pero que sabe que lo importante es la memoria que conserva de ella y de sus momentos juntos.
Realmente no sé qué más decir. Quisiera seguir escribiendo por líneas y líneas acerca del álbum más grande del año según éste triste y malherido reseñista. Quizás todo sea cuestión de tiempo y espacio. Quizás si tuviera todavía 17 años preferiría el disco de Panda o el de Zoé, pero en éste momento de mi vida, en éste lugar en el que estoy, con éstas lágrimas en los ojos y con el pecho adolorido por los recuerdos inconclusos, no desearía escuchar ninguna otra cosa.
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