Ésta vez son covers sin ningún tema en particular, más adelante trataremos de centrarnos en algunos temas importantes, pero antes debemos preguntarnos: ¿Qué es un cover?
Un cover es la interpretación que hace una banda o artista de una obra o canción de otra banda o artista. Es decir, reinterpretan una canción ya existente, dándole, en algunas ocasiones, un sello propio e innovador.
Por supuesto, los mejores covers son los que tienen el sello de la banda que los interpreta impreso dentro de la obra. Éso es lo emocionante, saber que si te gusta la versión original, te va a gustar más la versión que hace tu artista o banda favorito.
Pasemos a lo que nos ocupa:
Original de los White Stripes, seguramente todo el mundo (excepto los que están dentro de una cárcel de máxima seguridad) ya ha escuchado la versión original. Incluso la tocaron en los grammys del 2004. Se han hecho muchas versiones de ella, pero ésta sigue siendo mi favorita. Los responsables son Hard-Fi, una banda inglesa con grandes aspiraciones. Transforman una canción de rock en un híbrido de ska bastante bueno... y sin usar trompetas, que es lo mejor.
Parte de un gran tributo a Queen que salió el año pasado. La versión original ya tenía bastantes atmósferas y cambios de rítmo, pero éstos maestros (expertos en ambas cosas) la llevan a niveles nuevos y muy disfrutables.
¿Qué se puede decir de una canción de los Beatles? Aquí, la escuchamos en voz de Kim Deal (de los Pixies) y su banda en una versión mucho más agresiva y guitarrosa que la original... tal como debe ser, considerando la agresividad de la letra.
Ésta canción original de una de las más grandes bandas inglesas, se escucha increíble en voz del señor William Shatner, una persona a quien quizás recuerdan más por su trabajo como actor en Viaje a las estrellas o en una nueva serie que se llama Boston Public. La forma en la que narra la letra, en vez de cantarla, es impresionante. Además, la canción de Pulp de por sí está buenísima.
Una canción de los años 50s, trasladada al rock alternativo de nuestros días. Tiene mucho de rock pacheco, con guitarras distorsionadas al por mayor. Lo mejor es que cuando empieza no te imaginas que va a sonar tan bien. Viene en un disco repleto de maravillas así, que se llama Stubbs, the Zombie: the Soundtrack.
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