Tokio Blues: Norwegian Wood
Haruki Murakami
Tusquets Editores
A diferencia de lo que mucha gente cree, no soy una persona muy asidua a leer. No porque no me guste, sino porque rara vez encuentro algo que me llame la atención lo suficiente como para que le dedique el tiempo necesario (el par de semanas o algo así que uno debe durar leyendo un libro).
La mayoría de los libros que he leido han sido elegidos por iniciativa propia, no porque alguien me los recomendara. Sólo en algunos casos confío de los gustos de los demás para comenzar a leer una cosa o la otra. De los libros más importantes (para mi) que he leído en los últimos años han sido: la autobiografía de Marilyn Manson "Long Hard Road Out of Hell" (de la cual alguna vez leí un fragmento en una clase de comunicación o algo así y la maestra casi me excomulgaba), el "Confabulario Total" de Juan José Arreola, "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll (en el cual me basé para escribir mi autobiografía -una muy corta- que perdí cuando tuve que formatear el disco duro de mi computadora) y "Hermano en la Tierra" de cuyo autor no puedo acordarme y que nos recomendó un maestro de Administración Informática y que me prestó mi amigo la Borrega...
En fechas más recientes, comencé a comprar una revista de manera regular, se trata de la R&R, rock and roll. Mi hermana también ha comenzado a encontrar un cierto gusto por su contenido. En cada número hacen reseñas de discos y películas y recomendaciones de libros y DVDs.
En una de ellas, Julio Martínez Ríos (una persona con la que nunca he intercambiado ni una sola palabra, pero con quien siento que comparto muchos gustos y afinidades) recomienda un libro escrito por un autor japonés. Dice que uno puede aprender en él mucho más acerca de la cultura japonesa que en 10 DVDs de anime y sin necesidad de incluir personajes andróginos con el cabello morado...
No puedo negar que la recomendación me llamó la atención, pero pues no soy de las personas a las que les gusta gastar el dinero que no tienen, así que me conformé con saber que tal libro existía y que a lo mejor estaba bueno.
Mi hermana también leyó la recomendación y también se sintió intrigada por ella, pero, a diferencia mía, ella si decidió gastar su dinero y comprarse el libro. Lo terminó de leer en menos de 3 semanas y luego me presionó para que dejara el libro que estaba leyendo (que por cierto no me estaba gustando mucho) y que comenzara a leer éste para que pudiera contestarle algunas dudas que le habían quedado.
Una vez que comencé a leer "Tokio Blues: Norwegian Wood" de Haruki Murakami, no pude detenerme. Jamás había leido algo tan adictivo y emocionante. El final de cada capítulo te deja esperando con ansias comenzar el siguiente. La trama es tan simple (y tan complicada, claro está) como la vida misma. Amor, sexo, muerte, música... tan simple como eso. Los personajes son enigmáticos, multidimensionales. Incluso los personajes secundarios tienen una profundidad perfectamente delimitada.
Es muy difícil evitar sentirse identificado con el personaje principal y su búsqueda de sentido en un tiempo en el que nada lo tiene. Todos los que hemos pasado por la difícil edad de los 17 a los 21 años sabemos lo que es eso. La necesidad de pertenencia y la añoranza de libertad. La idealización del amor y la realidad del sexo. La muerte que se hace presente de mil maneras, recordándonos cuán frágiles y efímeros podemos ser, cuán rápido puede terminar nuestra juventud.
Lo interesante es que no van a encontrar respuestas en éste libro. Si llegan a él con preguntas, van a terminar con muchas preguntas nuevas... y es que, Murakami no pretende aleccionar ni resolver la vida de nadie (lo cual se hace evidente al final del libro), sino ofrecernos un relato lleno de emoción, música (las referencias a ella comienzan desde el título del libro) y muchos sentimientos encontrados, un relato sin pretenciones...
Si quieren que alguien les de las respuestas que ustedes mismos deben encontrar, ahí andan los libros de Carlos Cuahutemoc Sánchez y demás "sabios" o la película de "What the *bleep* do we know?". Esos sí son pretenciosos y seguramente solucionarán cualquier duda que tengan acerca de la vida...
Ahora que si lo que quieren es encontrar las respuestas a sus preguntas sin que alguien más las responda por ustedes (que idealmente es lo que todos deberíamos hacer), búsquen en ustedes mismos... no, mejor no me hagan caso a mí... yo tampoco tengo las respuestas...
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