19.5.06

Música: Secret Machines


Secret Machines
Ten Silver Drops
Reprise, 2006

Las cosas suceden demasiado aprisa en éstos días. La mayoría de las tareas que el ser humano realiza deben ser realizadas en el menor tiempo posible. Desde escribir una carta, hasta correr el maratón.

Ésto ha ocasionado que vivamos más aprisa de lo normal, dedicándole poco o nada de tiempo al esparcimiento de la mente.

La música sicodélica de los 60's y principios de los 70's proponía ésto último, el esparcimiento de la mente, dejándola vertirse por el espacio, viajar, encontrar diversos cursos dentro de una misma línea de pensamiento. La influencia de sustancias se notaba en la manufactura de las canciones y así, se obtuvieron canciones hermosas llenas de atmósferas alucinantes y melodías intrincadas.

La música sicodélica desapareció del interés público con la llegada del rock pesado, el punk y el glam. Las estructuras melódicas de casi 25 minutos fueron reemplazadas por estructuras cada vez más veloces que duraban cada vez menos.

La música popular actual sigue éstos parámetros. Rara vez nos encontramos con canciones que duren más de 4 minutos. Incluso las canciones de más de 3 ya las sienten largas algunas personas. En cuanto a lo que se transmite por la radio o en los canales de video, se ha establecido una especie de fórmula que dice que los éxitos instantáneos rayan entre los 2 y los 3 minutos. Una canción de 3 minutos o más, implica una producción más cara, sin mencionar la capacidad creativa necesaria para mantener el interés de la audiencia por ése tiempo.

Así que, encontrarse con álbumes como éste, que revive la sensibilidad sicodélica, es un honor y un verdadero placer.

La banda texana con base en Nueva York conocida como The Secret Machines, nos ofrece su segundo LP llamado Ten Silver Drops, en el que nos encontramos una buena mezcla de influencias que van desde Bob Dylan y David Bowie (los mismos miembros de la banda reconocen dichas influencias) hasta la música folk norteamericana y Pink Floyd en su faceta sicodélica de finales de los 60's.

Lo más interesante del disco bien podría ser el juego de voces que utilizan los hermanos Curtis en la composición. Ésto, combinado con el uso de guitarras y distorsión para crear atmósferas y melodías espaciales, genera una sensación muy especial que realmente permite a la mente perderse dentro de colores y texturas que aparecen de pronto.

Éste es un disco que deben escuchar completo para entender su verdadero alcance, son sólo 8 canciones con una duración total de 46 minutos. Ahora que, si quieren escuchar sólo algunas canciones, las más recomendables son Alone, Jealous and Stoned, Lightning Blue Eyes, I Want To Know If It's Still Possible, I Hate Pretending, Faded Lines y 1000 Seconds.

No se espanten si ven que algunas duran más de 5 minutos (hay una que dura más de 8), éstos genios saben bien cómo mantener el interés de la audiencia por el tiempo que sea necesario. Es una lástima que los que asistieron a los conciertos de U2 en la Ciudad de México en febrero no supieron apreciarlos como se merecían...

Ojalá que puedan regresar pronto...

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